O mi albariño, mi entrecot o mi Vespa…
A cada cual lo que le guste.
A eso volveremos luego, pero primero dime una cosa.
¿Le darías la llave de tu vida a tu peor enemigo?
En serio, es una pregunta seria.
Quiero que te imagines:
Si votas a Podemos que le das la llave de tu vida a Abascal.
Si votas a Vox que se la das a Sumar.
Que se la das a tu suegra…
En fin, creo que pillas la idea.
Pues la llave de tu vida tiene nombre y apellidos.
Se llama:
Euro digital
y con él podrían apagar tu vida como si fuera el interruptor de la luz.
Click
Hasta luego Lucas.
Pero… ¿esto del € digital no es simplemente los € que tenemos en el banco o cuando pagamos con la tarjeta o el móvil?
No, en absoluto.
El € digital es un sistema monetario completamente nuevo que ya
está vigente en países como Nigeria y con China y Europa a la
vanguardia de su implementación.
(Absolute control = control absoluto)
Será bueno entonces, ¿no?
Bueno no, ¡Es la bomba!
Es casi tan bueno como el pony volador que tengo en mi cochera.
Te pones en Nueva York en hora y media (Mach 5 pilla el joio). Color arcoíris. Incluida licencia para aterrizar en la azotea del Empire Estate. No pierdas esta oportunidad bro.
En fin, pongámonos serios.
Podría hablarte de CBDCs y tokenización, del ID digital europeo,
reconocimiento facial, y la total pérdida de privacidad que todo ello
conlleva, pero te vas a aburrir…
Solo quiero que te lleves una idea.
El euro digital es
dinero programable y rastreable.
– Programable porque se puede diseñar “a la carta”, con cualquier condición que se te ocurra. ¡Cualquiera!
– Rastreable porque es rastrero. Digooo…. Porque pueden saber hasta el
sabor del chicle que compraste ayer a las 15:43h en la estación de Atocha.
Te lo cuento con esta especie de historia que solo le ocurre a gente mal pensada como yo:
Estos € valen para comprar aquí pero no para comprar allí.
Sirven para comprar esto, pero no para comprar aquello.
Por ejemplo, sirven para comprar pan, pero no para comprar azúcar.
O mejor aún, sirven para comida, pero no para cerveza.
¡Ahí sí que te he tocado el alma ehh!
A todo esto, resulta que el ministerio de Hacienda acaba de lanzar su nueva campaña:
“Ahorrar es cosa del pasado”
y han decidido que todo tu dinero caduca en 3 semanas.
¡Así que, ya puedes ir gastándolo!
(en lo que ellos quieran por supuesto…)
Esto sí que te cabrea. Has tenido que gastar todo tu dinero,
¡Y encima no ha sido en cerveza!!!
Se produce una gran agitación social y la plataforma
“Mi cuerpo, mi cerveza”
organiza una manifestación en el centro.
Es la primera manifestación de tu vida,
pero sin duda la causa lo merece.
Vas a coger el bus que te lleva allí y…
¡Sorpresa!
Tu dinero acaba de ser reprogramado para no poder coger esa línea.
Te vuelves a tu casa furioso y te pasas el día
poniendo a parir al gobierno en redes sociales.
¿Resultado?
El sistema acaba de determinar que eres un mal ciudadano,
un desinformador, y un peligro para la democracia.
¡Click!
Dinero congelado.
Hasta luego Lucas.
Si alguien tiene el poder de decidir donde, qué, cuánto, cuándo y cómo comprar con tu dinero.
¿De verdad crees que eres libre?
Pero hombre, no seas tan mal pensado. Nuestros gobernantes miran por el
interés del pueblo…
Te recuerdo lo de que votas a Vox y la llave de tu vida la tiene Sumar y
viceversa… Por supuesto ellos dicen que no lo van a hacer, pero…
¿Acaso alguien debería tener tal poder?
La moraleja es la siguiente:
“Si no hay libertad de pagos no hay libertad”
¡Ya, ya, pero eso es para evitar la trata de blancas, el blanqueo de capitales
y los ataques terroristas en guarderías!
¿Seguro que no quieres el pony?
El precio es negociable. No pierdas esta oportunidad bro.
Por cierto, la idea de todo esto nace de los gringos.
¡Y adivina qué!
Allí no lo van a poder implementar.
Simplemente porque en EEUU sigue vigente la cultura del caballo y el
revolver de tu western favorito de Clint Eastwood.
En otras palabras, allí los derechos y libertades individuales están por encima de cualquier tropelia que se le ocurra al mandatario de turno.
Aquí, la mayoría, no tenemos armas que disparar, pero tenemos otra arma más poderosa:
Nuestro dinero.
Así que recuerda:
Vota con tu dinero.
Apoya a empresas de calidad que comparten tu visión del mundo y
paga con efectivo siempre que puedas.
Pd. para tu colegui que dice que no le importa su privacidad porque
el/ella/elle no ha hecho nada malo: