VOTAR CON NUESTRO DINERO?
Disfrazados de filántropos y libertadores, y bajo el amparo de organizaciones transnacionales (ONGs no electas como Naciones Unidas, Foro Económico Mundial, bancos centrales, OMS, FMI, etc…) las élites mundiales se reúnen a menudo para perfilar la agenda que posteriormente tendrán que implementar nuestros políticos:
La Agenda 2030.
Mediante la censura y la manipulación en los medios de comunicación, controlan la narrativa y así tratan de convencernos de que influir en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida, es la única forma de salvar al planeta y a la humanidad.
Ni que decir tiene, que lo hacen todo por el bien común…
La mejor forma de describir los verdaderos objetivos de esta maquiavélica agenda nos la brinda uno de sus arquitectos intelectuales a través de la siguiente cita:
Quien controla la comida controla a la gente.
Quien control la energía controla los continentes.
Quien controla el dinero controla el mundo.
(Henry Kissinger)
Como ya habrás notado, el miedo es su mejor herramienta.
Bajo el pretexto de estar combatiendo “situaciones de emergencia”, y amparándose en una supuesta “ciencia”, atemorizan al pueblo para arrebatar de forma totalitaria sus derechos, los cuales ceden sin rechistar a cambio de protección estatal. Este incremento en la centralización de poderes se traduce en un ataque a la población a través de los tres vectores ya mencionados:
COMIDA
Están atacando descaradamente nuestra agricultura y ganadería. Lo que pretenden es arruinar al sector primario para expropiar sus tierras a precio de saldo y así hacerse con el control total de la producción de comida.
ENERGÍA
El acceso a fuentes de energía baratas y fiables, ha sido un requisito fundamente para el desarrollo y florecimiento de cualquier civilización a lo largo de la historia.
Las energías renovables ni son baratas ni son fiables, y se integran dentro de la narrativa del timo climático como una forma de enriquecer enormemente a los globócratas que las controlan.
DINERO
Imagina que pudieran controlar a su antojo todas y cada una de las transacciones de los ciudadanos a través de dinero programable, con cualquier condición que se les ocurra.
Por ejemplo, este dinero tiene una validez de dos semanas y si no lo usas caduca (imposibilitando así la capacidad de ahorro).
Este dinero vale para comprar esto pero no aquello, o bien únicamente es válido si lleva aparejado el pasaporte sanitario…
Son sólo unos ejemplos del control total sobre nuestras transacciones, y por ende sobre nuestra vida que pretenden lograr con el euro digital.
En definitiva,
Sin libertad de pagos, no existe libertad.
Puedes leer más sobre el tema en este artículo:
https://parallelplaza.com/mi-cuerpo-mi-cerveza/
Transversalmente nos encontramos con la ideología woke.
Valiéndose de bonitos eufemismos como inclusividad, equidad, sostenibilidad, etc… Las élites mundiales tratan de imponer su dictadura de pensamiento sobre la sociedad, a través de gobiernos y grandes corporaciones.
¡Estás en lo cierto!
Para los ideólogos de estas agendas la vida del ciudadano común no vale más que la del ganado. Basta con indagar un poco para ver que no hay nada bueno detrás de todo esto. Por desgracia sigue habiendo quien piensa que una agenda cuyo slogan es “no tendrás nada y serás feliz” puede pretender el bien.
Estas personas están obviando que lo que está en juego no es solo la propiedad privada, sino la libertad de expresión y de pensamiento, el derecho a la privacidad, y en definitiva el valor supremo de la libertad.
Sé cómo te sientes.
¿Acaso hay algo que podamos hacer? pero tío tú sigue con tu vida. Si total, ¡es una batalla perdida! yo mientras me dejen ir al bar y al fútbol prefiero no saber nada…
Es normal pensar así.
Son expertos en la ciencia de manipulación de masas, y consiguen con éxito desmoralizar a la población para hacernos más sumisos y controlables.
¿Qué deberíamos hacer, quedarnos con los brazos cruzados y observar cómo estos tiranos destruyen el mundo?
No sé tú, pero yo no.
¿Y qué podemos hacer?
Muy sencillo.
Dejar de gastar nuestro dinero en corporaciones que nos odian.
El anhelo de las élites globalistas es acabar con la pequeña empresa y que existan solo un puñado de mega corporaciones que ellos controlen directamente.
Por el contrario, hagamos un uso más responsable de nuestro dinero, apoyando a nuestros autónomos y empresas que estén alineadas con nuestros valores.
Si dejamos de comprar los productos de firmas que promueven la cultura Woke, les obligaremos a cambiar de planteamientos. Prueba de ello, es que son ya varías las marcas que se han visto abocadas a recular debido al boicot de sus clientes.
Y es que como dicen en el mundo anglosajón:
“Money talks”.
Es decir, el dinero manda.
Nosotros, como consumidores, somos la mayoría y mediante nuestras decisiones de compra tenemos la capacidad de mover el mercado y el mundo.
No debemos subestimar el inmenso poder que tenemos.
Así que recuerda: